Mi inocencia viaja en Metro
Ella tenía aproximadamente 15 años, cinco más que yo. Bueno, al menos eso aparentaba. Nos conocimos por circunstancias del destino, una de muchas mañanas de un día cualquiera, corrimos juntos al unísono de la puerta del Metro en búsqueda de asientos para nuestros padres. Fue una competencia ríspida, llena de...